Quiero compartir con ustedes algunas
anécdotas y entretelones de esta experiencia pedagógica que comenzó en marzo de
2012, cuando por primera vez realice un curso virtual en el INFOD. Anécdotas y
entretelones muy pocas veces contadas en clases, creo que contarlas puede
servir para alguien que quizás, se pueda sentir identificado y entender que las
dificultades, miedos y resistencias a lo nuevo y desconocido que representa
adentrarse al mundo de la TIC,
son dificultades, miedos y resistencias comunes y generales que la mayoría o la
gran mayoría atravesamos. Al menos para quienes no estamos familiarizados con
su entorno, para quienes somos considerados inmigrantes digitales, analfabetos
digitales o simplemente infoparias.
La inquietud de realizar algún curso
virtual tenía su origen en cómo usar los programas y herramientas que traían
instaladas las netbook, ya que la tuve prácticamente un año sin darle uso
alguno, y a la vez veía como los alumnos la usaban en clase con distintas
finalidades. Algo tenía que hacer. ¿Pero qué? ¿Dónde? ¿Cómo?
Estando en un locutorio mirando los
correos electrónicos (algo que hacía muy de vez en cuando) hago clic en un
enlace que me lleva a la siguiente página web:
http://red.infd.edu.ar/formacion_destinatarios.php?tar=1.
Empecé a mirar la oferta de cursos y me
inscribí a uno.
Lo que vino a partir de ahí, es
inenarrable. ¿Aula virtual? ¿Foros? ¿Subir archivos? ¿Insertar una imagen o un
video? ¿Link, enlace? ¿Blog? ¿Descargar archivos? ¿google drive? ¿Pendrive? (lo
del pendrive, merece un capítulo aparte, con decir que llamaba a los
responsables del locutorio para poner, copiar, pegar y retirar el mismo, me
acuerdo y no sé si reír o llorar) Etc. Etc. Y como si eso fuera poco, entrar al
aula virtual 2 o 3 veces por semana para intervenir en los foros y realizar las
distintas actividades. Si bien tenía la netbook, no tenía ni podía tener el
servicio de internet, era necesario hacerme de tiempo y contar con algunas
monedas para ir cualquier día y hora a los ciber o locutorios.
Estas dificultades la tuve siempre
presente a la hora de solicitar a mis alumnos una actividad que tuviera
relación con el uso de las TIC. Están
los que no tienen computadoras e internet. Quienes tienen computadoras pero no
internet. Quienes tienen computadora e internet, pero eso no garantiza el
conocimiento y uso de las TIC. Están los que quieren aprender o saber de qué va
la cosa, pero no tienen tiempo porque trabajan y tienen otras
responsabilidades, lo que no les deja un margen de tiempo para ir a un ciber.
Están los que quieren aprender o saber y tienen tiempo, pero no tienen el
dinero. Quienes tienen tiempo y dinero para ir, pero deciden no hacerlo por
diferentes motivos.
Además de éstas y otras dificultades,
están los miedos que representa lo nuevo y desconocido. Cada uno y cada quien
sabrá sus miedos. Los míos rayaban con la paranoia de apretar o hacer un clic
en “aceptar” “permitir” “guardar” “siguiente” y que del otro lado (imaginario o
real) alguien me estuviera controlando y mirando. Hoy eso ya me preocupa tan
poco, que hasta hice un blog y me registre en todo aquello que me podía
registrar (prezi, slides hare, picture trail, calameo, voki, gloster, etc, etc) Pero las dificultades y miedos no se
comparan, con lo que yo entiendo, es el mayor de los obstáculos, a saber: las
resistencias de índole ideológica.
Cuando pude tener por fin el servicio de
internet, me tomé el tiempo de leer los casi 3000 mail que tenía en mi casilla
desde el año 2007, fecha de creación de la cuenta, poco frecuentada por cierto,
solo la usaba para cosas y casos muy particulares. Es así como leo un mail del
año 2008, donde se me invitan a hacer varios cursos virtuales, uno de ellos era,
el curso básico de conectar igualdad, el que pude hacer y terminar a fines del
2012.
Cuento esta anécdota porque en aquellos
tiempos estaba posicionado ideológica y políticamente contra todas las
políticas de corte neoliberal, y entendía que las TIC, venían de la mano de la
globalización, por tal motivo y como un buen militante trotskista, no quería
saber nada con lo que el gobierno de los K me podía ofrecer. Hoy como me dicen
algunos amigos, soy un negro reconvertido.
Este posicionamiento fue cambiando con
el tiempo a partir de reflexionar sobre mi trabajo como formador, entendí que
mis diferencias y resistencias ideológicas no podía ser un obstáculo en el
proceso de formación de los alumnos que estaban a mi cargo. Quiera o no quiera
yo, las TIC, no eran lo que se venía, sino lo que ya estaba. La lectura,
interpretación y comprensión del mundo ya no es la misma con su llegada.
Entendí que no podía estar en pleno siglo XXI, formando para el siglo XIX. Me
di cuenta que ante las TIC, tenía la misma actitud de aquellos que se negaban a
mirar por el telescopio de Galileo.
No fue fácil, más una vez tomada la
decisión de incorporar las TIC en mis prácticas de enseñanzas, creo haber
contribuido con muchos de mis alumnos en su proceso de formación docente, para un
mundo y una sociedad que quizás no sean este mundo y esta sociedad cuando ellos
sean docentes nóveles, pero tengo la vaga ilusión de que los tiempos por venir,
no los agarre desprevenidos y sin aviso.
Fue así que de a poco fue tomando la
idea de cambiar el formato del cuaderno
de bitácora, los registros de clases y hasta los relatos pedagógicos de las
prácticas docentes. Registros, relatos y experiencias pedagógicas que se pueda
socializar, que se pueda mostrar al “mundo”, que se pueda dar cuenta de nuestros
procesos y prácticas. Que estos se conviertan en objetos de nuestras
reflexiones, no solo para nosotros, los protagonistas de estas experiencias,
sino para que otros puedan ver, mirar y hacernos una devolución o tomar como
punto de partida nuestras experiencias, para diseñar y construir las suyas
propias.
Otra experiencia pedagógica desde hace 2
años que empecé a familiarizarme con las TIC, fue proponer a los estudiantes
que registren la semana pedagógica que se realizan en el instituto todos los
años en el mes de septiembre.
Dividí grupos de 2 a 4 estudiantes, se formaban
30/40 grupos, les asignaba día y horarios de actividades, donde se presentaban
los panelistas o se llevaban adelante distintos talleres sobre la temática que
convocaba para cada año.
El registro consistía en filmar, sacar
fotos, grabar, o entrevistar, todas las
actividades y a quienes accedían a ser entrevistados.
El resultado de dicho registro fue tener
la mayor cobertura de la semana pedagógica, al mismo tiempo que este registro
sirva como fuente de consulta institucional y pedagógica para distintos
espacios curriculares. Al mismo tiempo ayuda a tener una mirada para modificar,
reformular y enriquecer la propuesta de realizar las semanas pedagógicas los
años siguientes.
Este registro era acompañado al mismo
tiempo mediante google drive, que se armaban con los grupos antes mencionados.
En este blog que yo llamo blog-repositorio, se pueden encontrar algunos de los trabajos realizados a
partir de incorporar las TIC en las prácticas de enseñanza.
Demasiado trabajo, la salud, la
capacitación-actualización permanente, el cambio de domicilio y el tiempo
dedicado a la familia, me llevan a postergar la edición y publicación del
proceso realizado por los estudiantes este año. Deuda que espero pueda saldar el año entrante.
Por último dejo el link donde publique
gran parte de la experiencia pedagógica del año 2012. Un material que da cuenta
del aporte, trabajo y compromiso de directivos, docentes y estudiantes del ISFD
Nº 54 de Florencio Varela. Los cuales sin las TIC, quedarían como una muy buena
experiencia pedagógica institucional, valiosa por cierto para la comunidad
educativa, pero desconocida para muchos. Lo bueno y positivo creo que hay que
compartirlo, creo que hay que socializar las experiencias pedagógicas y que las
tomen quienes quieran tomarla para enriquecer-se, repensar-se a partir de prácticas
de enseñanzas y procesos de aprendizajes en un mismo plano de igualdad.
Gracias a todas y todos por aceptar ser
parte de esta experiencia en proceso...
Jorge “Pelopín” Bravo